Violencia en las redes

Vivimos en una sociedad en red, conectada y muy comunicada. Muchas personas piensan que la violencia en las redes sociales, en Internet o en los medios digitales no es violencia. Creen que, como es virtual, no es violencia real. Pero diferentes estudios que analizan la violencia hacia las mujeres en el campo de las denominadas nuevas tecnologías demuestran lo contrario. Conforme las mujeres vamos adentrándonos en Internet y le dedicamos más tiempo, la violencia hacia las mujeres va creciendo y haciéndose más relevante.

La red se presenta, por tanto, como el campo de cultivo del machismo más peligroso y letal. Lo mismo sucede con el racismo, la xenofobia y la homofobia.

Dentro de los círculos feministas somos conscientes de la importancia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) como medio para impulsar un mayor activismo social y para luchar contra la violencia que se ejerce en Internet. De ahí que nos parezca esencial ofrecer este tipo de formación en la Escuela de Empoderamiento de Andragunea.

Tenemos que tener claro que la violencia en la red no entiende de territorios ni de niveles socioeconómicos. Este tipo de violencia existe en todos los países, en todas las clases sociales, en todas las casas. La sufrimos todas, pero en concreto son las chicas jóvenes las más afectadas y las más vulnerables porque son las más activas en las redes sociales. Los datos reflejan que la violencia en Facebook y en las aplicaciones de mensajería de móviles es la más denunciada.

Pero estas denuncias no siempre son atendidas como deberían serlo. Porque la violencia hacia las mujeres, ya sea digital o no, la juzgan en su mayoría hombres y la categorizan en relación a los daños físicos sufridos.

La justicia no evoluciona con la misma rapidez que la sociedad o la tecnología. Seguimos denunciado los episodios de violencia ante una justicia que sigue siendo tradicional y que nos está fallando. Como ejemplo tenemos diferentes respuestas: “Eso no es delito, solamente intentó besarte”. ”Solamente te tocó el culo”. “Regresa cuando te violen”. “¿Cerraste bien las piernas?”.

En el caso de denuncias por violencia en las redes sociales más de lo mismo: “¿Cómo puedes tomarlo en serio un mensaje de Twitter?” . “Solamente te ha enviado 20 mensajes de amor diciendo lo mucho que te quiere ¿Y eso te da miedo? ”…  ¡Sí, me da miedo!, ¡Sí, me aterroriza!, ¡Sí, me sentí agredida!…. ¡Sí, es violencia!

Nuestro deber es hacer que el sistema judicial evolucione y se adapte a la nueva realidad. Porque, aunque vivimos en una sociedad patriarcal, no es el mismo tipo de sociedad que el de nuestras abuelas. Y debemos trabajar para que el daño emocional que este tipo de violencia ocasiona a las mujeres, que es el más notorio y tiene efectos inmediatos en la vida cotidiana, sea considerado delito y tenga consecuencias.

Pilar Ríos es concejala en Durango (PSE-EE).