Una llamada de atención

Quiero compartir hoy, en este espacio, la carta que han escrito alumnas y alumnos de los Centros de Educación Para Adultos titulada “Una llamada de atención” y que dice así:

Una llamada de atención

Esto es lo queremos los alumnos de los Centros de Educación para Adultos (CEPA). Un toque, una llamada de atención, porque parece ser que si nadie lo remedia, el próximo curso 2014-15, con los planes que prepara el departamento de Educación de regular (este es un nuevo término para decir recortar) la configuración de grupos y puestos de trabajo en estos centros, se plantean significativos cambios en los criterios de organización de los grupos de enseñanza reglada, vinculándolos con los grupos de no reglada, lo que significaría finalmente un 40% menos de plantilla. Muchos de nosotros veríamos cómo nuestro derecho a la enseñanza (un derecho básico) iría en una dirección contraria a la de una educación de calidad. No bastan las disculpas de optimizar y racionalizar recursos para luego recortar plantillas. Por todo esto pedimos al señor Jesús Fernández Ibáñez, director de centros, que reconsidere todos estos cambios y que nos dejen hacer lo que mejor sabemos, aprender. Y por si todo esto expuesto no fuera suficiente, apelamos directamente a la consejera de Educación, Cristina Uriarte, para que no seamos alumnos de segunda.

El Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA) de Durango tiene ámbito comarcal. De hecho, también tiene aulas en Ermua, Amorebieta, Berriz y Zaldibar. La CEPA de Durango lleva casi 30 años de andadura en nuestro pueblo y ha ofrecido a miles de personas la oportunidad de obtener titulaciones, de poder alfabetizarse o seguir formándose después de su jubilación. 

Desde aquí quiero sumarme al alumnado de la EPA y mostrar mi total rechazo a las políticas de recortes en Educación del Gobierno Vasco que perjudican a los derechos básicos (en este caso sobre las personas adultas) y que van en contra de una educación de calidad.

Tras leer la carta me acordé de algunos amigos y amigas que, por diferentes circunstancias, tuvieron que dejar jóvenes los estudios y que posteriormente, gracias a la EPA, los retomaron. También me acordé, muy agradecida, de mis padres, de todas las oportunidades que me han dado en la vida gracias a su trabajo y esfuerzo.

También me siento orgullosa de que el sistema educativo por el que tanto hemos luchado nos ofrecía hasta ahora la posibilidad estudiar en cualquier etapa de nuestra vida. Nos facilitaba la posibilidad de retomar los estudios para seguir formándonos, ampliar los conocimientos y abrir la mirada sobre el mundo.

Nos quieren quitar nuestro derecho, nuestro tesoro, la educación. Que es el sustrato básico del desarrollo de una sociedad. De su desarrollo humano, ético y, también, económico. Derecho que nos hace desarrollarnos como personas y que nos permite ser críticos y conscientes respecto a la realidad que nos rodea.

Nos quieren vendar los ojos, los oídos, la boca, la mente … Hagamos todas y todos “una llamada de atención”.

Pilar Ríos es concejala en Durango (PSE-EE).