Solución para Urki-Hegoalde

En la columna de hoy quiero tratar el tema de Urki-Hegoalde desde una doble perspectiva: por un lado, aportar algunos datos para que todos podamos entender lo que completar ese tramo del cinturón exterior supone para la movilidad de Durango y, por otro lanzar, una propuesta que permita llevar a cabo esta conexión de forma rápida y a un costo mínimo y razonable.

Para entender lo prioritario de ejecutar el cierre de ese vial es necesario aportar algunas informaciones que no están en los medios habituales y, por tanto, son desconocidas por la mayoría de nuestros vecinos. La primera de ellas es la situación de las obras que se han estado desarrollando en diversas fases, ya que pocos vecinos de Durango conocen que la tercera fase hace tiempo que está acabada.

Sin embargo, y dado que no conduce a ningún sitio, se valló y cerró, lo que, unido a la orografía del lugar, convierte ese tramo de 240 metros de longitud y 22 de anchura en un vial desconocido, sin uso y que se encuentra a la espera de que futuras fases permitan su apertura.

El acceso a la rotonda de la nacional 636, conocida como “rotonda de Sabeco”, tiene un costo económico importante que dificulta su ejecución con cargo al presupuesto municipal, por lo que desde Alcaldía valoran la posibilidad de que sea la iniciativa privada quien asuma la gestión de la obra con cargo al sector industrial Eguzkitza II. Esto puede alargar los plazos ya que ese sector industrial viene de antiguo y no se aprecia ningún síntoma de que se ponga en marcha ni en corto ni en medio plazo.

Un análisis de las cifras nos indica que el mayor problema de tráfico interno que tiene Durango es el acceso por Fauste a Gernikako arbola plaza

Hay otros datos que son importantes para conocer le necesidad de cerrar el cinturón exterior en ese punto y su repercusión en la movilidad general de todo el municipio. El llamado “cinturón exterior” es, en pocas palabras, un modelo de distribución del tráfico rodado que se realiza entre el exterior y el interior del municipio y entre los diferentes barrios sin tener que depender del paso por el interior o zona central del municipio. Es por esto que las cifras de los aforadores de Diputación nos trasladan datos precisos que nos permiten comprender cuáles son los beneficios inmediatos que aportan la conclusión del anillo exterior en Urki-Hegoalde.

Un análisis de las cifras nos indica que el mayor problema de tráfico interno que tiene Durango es el acceso por Fauste a Gernikako arbola plaza, comúnmente conocida como “rotonda de la Ertzaintza”. Por esta vía salen y entran un promedio de 15.750 vehículos al día que a su vez dividen su tráfico entre Olleria y Larrasoloeta.

Este dato no ha dejado de crecer desde los 11.908 del año 2012 y únicamente puede ser rebajada con la conclusión del anillo exterior que permita una redistribución que a día de hoy es imposible. Resulta evidente que esta solución incrementaría en cierta medida el paso de vehículos en Arriluzea, pero no sería de forma excesiva ya que los vehículos que circulan por la nacional 636 (“rotonda de Sabeco”) han disminuido de forma significativa desde la puesta en servicio del corredor Lebario-Elorrio pasando de los 15.974 vehículos de 2015 a los 9.325 de 2018.

Y en el otro extremo, el aforador de la circunvalación nos da una cifra de 12.414 vehículos, de los cuales 6.540 toman dirección Izurtza por la BI-623. Sí sería importante paliar el aumento del tráfico en Arriluzea recuperando el acceso directo de la rotonda de la circunvalación en Tabira, por Gazteizbidea, que se perdió tras las obras de remodelación de la circunvalación, y que trasladan todo el tráfico de entrada de forma irremediable hasta la confluencia de Arriluzea con Intxaurrondo.

‘Bulevarización’ de la N-634

También hay que tener en cuenta la modificación del modelo circulatorio que la “bulevarización” de la nacional 634 provoca en el sistema del cinturón exterior del que forma parte. Si bien hay quienes suponen que aumentará de forma significativa el tráfico en el interior de Durango, su puesta en servicio no parece mostrar esta tendencia. Más bien ha supuesto euna mejora en al acceso desde y hacia Francisco de Ibarra, aliviando en cierta medida el tráfico de entrada por la calle Maspe que, no olvidemos, es Iurreta.

En conclusión, y teniendo en cuenta que la finalización del cinturón exterior supone una mejora evidente en el modelo de movilidad de Durango, es una obra que debería tener la catalogación de prioritaria. Eso sí, asumiendo que aun cuando la administración local mantuviese la iniciativa inversora que supone su realización, es evidente que por el alto coste que representa sería una gestión plurianual que dilataría el proyecto en el tiempo.

Pero si tenemos problemas urgentes, que exigen soluciones urgentes, debemos plantearnos soluciones que no pasen por la ejecución total del proyecto, pero que sí permitan la puesta en servicio del cinturón exterior.

Una solución posible pasa por unir el final de la tercera fase con el vial exterior de la empresa ONA mediante una vía simple pero adecuada al tráfico normal de vehículos. Esta unión de apenas 90 metros utilizaría los 150 metros del vial de ONA para desembocar en la “rotonda de Sabeco”.

Desde el punto de vista económico, la obra supondría una inversión muy razonable y reducida para el servicio que puede ofrecer. Si la tercera fase, con 240 metros de longitud y 22 de anchura, salió a licitación por 682.525,58€, un vial de 100 metros de longitud y 10 de anchura no debiera de suponer un costo superior a los 130.000€.

Tampoco supondría ningún problema desde el punto de vista de la ocupación del suelo, ya que su ejecución se situaría dentro del espacio que en un futuro ocupará la rotonda que está proyectada para dar continuidad a los viales que deberán de construirse  con posterioridad.

En definitiva, creo que invertir en esta solución permite avanzar en la gestión adecuada de la movilidad en Durango. Esta iniciativa, por supuesto, debería ejecutarse acompañada de acciones puntuales en diferentes puntos del municipio para aprovechar y maximizar esta mejora pero, sin dar este paso previo. es prácticamente imposible dar solución a nuestros problemas en la gestión del tráfico.

Alberto Uriguen