Rumores

Corre un rumor por las calles de Durango, algunas personas piensan que es una leyenda urbana, otras se preguntan si aquí también sucederá. El rumor dice que en algunas poblaciones vecinas los habitantes pueden participar en los presupuestos del ayuntamiento e incluso decidir sobre el destino final de alguna partida económica.

La expectación es grande; la gente especula sobre cómo será aquí en Durango. Algunas personas esperan ver el bando en sus portales que les invita a participar a través de un foro, como ha sucedido en algún pueblo muy cercano. Otras esperan la llegada de un cuestionario a casa para poder opinar, incluso hay quien espera que se expliquen las cuentas del municipio. Otrxs son escépticxs y no esperan nada.

¿Quién tendrá razón?

¿Veremos cómo a la ciudadanía de Durango se le permite dar su opinión o decidir sobre la prioridad de gasto de alguna partida o de ninguna? ¿Sabrán los habitantes de este pueblo cómo están las cuentas reales del municipio?

Toda una incógnita que veremos resolverse en breve, ya que se ha iniciado el proceso de elaboración de presupuestos.

Quizá sea demasiado tarde otra vez, quizá aún no esté preparada la ciudadanía de Durango para poder participar, o quizá no lo estén las y los gobernantes. ¡Quién sabe!

Sí sabemos que cada vez es mayor el deseo de las personas de conocer la vida política del municipio y de participar en las decisiones que se toman desde su institución más cercana, el ayuntamiento. Y esperamos que conserven ese deseo pese a que no se les escuche, pese a que vecinos y vecinas de Aramotz tengan que limpiar su barrio; vecinos y vecinas tengan que pedir audiencia en los tribunales para que se escuchen sus quejas contra la forma de aplicar el IBI; a que algunas personas hayan tenido que dejar su aprendizaje de euskera en AEK; a que se tenga que asistir a los tribunales para conseguir transparencia; a que nos intenten convencer de que Bizkaia termina en Abadiño, mandando a Berriz y Zaldibar a Gipuzkoa; las y los jóvenes se manifiestan para conseguir vivienda; vecinos y vecinas reclaman que se les escuche, para que las empresas que tienen al lado pongan medidas para mitigar contaminación ambiental y contaminación acústica; vecinos y vecinas reclamando por la situación de la AP-8; asociaciones, vecinxs, plataformas, comercios que quieren que se les escuche.

Todo esto es sano, las personas maduran en democracia y piden cada vez más desarrollo de esa democracia que se traduce en parte en una mayor apertura de las instituciones, haciéndolas más participativas y transparentes.

Concejala de Herriaren Eskubidea