Repensar nuestro pueblo

En Durango ha surgido al parecer un colectivo que se propone reflexionar y presentar sugerencias sobre el plan de ordenación de su territorio y sus zonas urbanas. En Amorebieta, en estos momentos, se ha abierto un plazo de consultas para redactar el Plan General de Ordenación Urbana, y hace unos días, hablaron sobre el tema unas cuarenta  personas entre técnicos y vecinos en una animada mesa redonda.

Los tiempos cambian, lo que fue válido hace diez años en una circunstancia de crecimiento y bonanza económicos podría resultar en estos momentos contraproducente.

Amorebieta ha visto desaparecer en los últimos años una tupida red de huertos familiares o de ocio como les llaman ahora. Ha visto crecer sin control su masa forestal de ‘pino insignis’, y ha trasladado su mercado de la plaza del ayuntamiento (Boutique La Place la llamaban los castizos) a un rincón casi del extrarradio, como si pretendiese ocultar sus raíces campesinas.

En este momento la Corporación prepara una respuesta a la demanda de la empresa Eroski de abrir un nuevo supermercado en el barrio de Tantorta, con la clásica división de opiniones que también se ha producido en Abadiño y Durango por un motivo similar.

Estos fueron algunos de los temas que se debatieron técnicos de medio ambiente y vecinos, especialmente baserritarras, que se reunieron en el Centro Zelaieta. La recuperación de la fauna y flora que esté en peligro, la vuelta a las explotaciones agrarias y ganaderas, al cultivo de la tierra, a la protección del sector rural, el fomento del consumo directo de productos de la tierra, a la venta directa del agricultor al consumidor, la competencia sin trampas del tomate el pimiento y todas las verduras de aquí frente a las que nos llegan en camiones desde Almería, o vienen desde el lejano Senegal…

El respeto y dignificación de los lugares de valor histórico y paisajístico del término municipal, la limpieza de los bosques que arderían con una cerilla de tanta rama seca y hojarasca y suciedad que acumulan después de decenios de abandono.

Los componentes del equipo redactor del plan generall se cuidaron de dejar bien claro que Amorebieta, sitiado al norte por el Parque de Urdaibai y al sur por el de Urkiola, se encuentra sometido a una serie de normas que le vienen dadas desde arriba.

Los vecinos, por el contrario, reivindicaron su derecho a opinar sobre su pueblo y a “autogobernarse” en cuestiones urbanísticas.

El debate está abierto. Bienvenido sea.

Honorio Cadarso es periodista