¿Qué respiramos?

Una de las cosas por las que, desgraciadamente, se conoce a Durango es por el olor. Un olor al que la costumbre nos ha hecho ya ni notar, hasta que alguien de fuera nos lo recuerda. Pero en los últimos tiempos, además, este olor está cambiando, no solo el tipo de olor, sino que también se está volviendo más fuerte, incluso provocando problemas de irritación en ojos, nariz, garganta…

Ante la demanda ciudadana generada, tanto Gobierno Vasco como el Ayuntamiento de Durango han tenido que responder, pero con poca fortuna, ya que solo han transmitido que todo es correcto. Se ve que a Lakua no llega el olor de Durango.

La ciudadanía generalmente no entiende (ni tiene porque entender) de CO2, NO2, O3, PM 10, PM 2,5,…. pero sí sabe que no es normal que el aire huela de esta manera. La respuesta no puede ser que no pasa nada. El buen gobierno y la transparencia exigen que se tomen medidas y se informe a la ciudadanía. Y si los datos que tenemos son normales, habrá que seguir buscando la causa, porque lo que sí tenemos claro es que la OMS ratifica que la exposición a estas sustancias provoca cáncer, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, alergias, asma,… y las administraciones públicas están para protegernos.

Por ello vamos a solicitar al Departamento de Medio Ambiente que haga un estudio exhaustivo para conocer las causas y al ayuntamiento que ponga los medios para que la ciudadanía este siempre informada de la situación, colocando por ejemplo, paneles informativos de la calidad del aire.

Por otro lado nos preocupa también la situación de nuestros ríos, ya que tenemos constancia de que, a los vertidos “legales”, se les han unido 6 vertidos ilegales. Dado que hay partes de estos ríos que son utilizadas para  el baño, actividades festivas, etc… ¿Son estas aguas aptas para el baño? Nuevamente nos encontramos con que la falta de información a la ciudadanía es evidente.

Jorge Varela es concejal de Herriarren Eskubidea en Durango