Que no sea un domingo cualquiera

Si el domingo pasado ya fue especial para los miles de niñas y niños que pudieron salir a tomar el aire durante 1 hora, 1 vez al día a una distancia de 1 km y con 1 progenitor, ahora andamos todos interpretando las diferentes fases de la desescalada.

Entre tantas fotos, cronogramas y críticas sobre la situación, no podemos olvidar que este domingo es el primero de mayo, y por tanto, el día de la madre. Día que ya celebraban en el Antiguo Egipto y la Antigua Grecia y que ha perdurado hasta hoy.

Me acuerdo cuando en el colegio para ese día preparábamos una manualidad, la ilusión con la que se la dábamos y la alegría con la que ellas lo recibían.

Es verdad que no soy muy partidaria de este tipo de días pero reconozco que todos los años felicito a mi ama y lo celebramos con una comida, pero este año…. este año va a ser muy especial para todas.

Los más pequeños, porque en la mayoría de los casos es cuando más tiempo están pasando con sus amas, todo el día juntos. En el lado contrario, las que llevan 50 días sin poder abrazar ni dar un beso a sus amas o, en el mejor de los casos, viéndolas por vídeollamada o unos minutos cuando van llevarles los recados o los medicamentos. Y el peor y más triste de todos los casos, los que no podrán volver a verlas.

Porque ellas siempre están ahí, son incondicionales, con su cariño, su ternura, cuidándonos, enseñándonos, protegiéndonos incluso desde la distancia, valientes y luchadoras, porque ellas sí que no paran nunca, ellas son las verdaderas “non-stop” 365 días durante 24 horas.

Aunque este domingo la mayoría no les podamos abrazar, ni besar ni estar físicamente con ellas, hagamos que se sientan como lo que son: lo mejor que tenemos. Para todas esas amas, amamas y amamitas (en mi familia llamamos así a la bisabuela), para que este domingo no sea un domingo cualquiera.

Jesica Ruiz es la portavoz del PSE-EE en Durango