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Periko

Era uno más entre los jubilatas que deambulan por el Parque de Nafarroa, de la mano de una amable señora rumana que le hacía de Lazarillo. Uno más de los restos de aquellos turbulentos años del tardofranquismo y la Transición. Me lo presentaron unos amigos, nos dimos la mano. Él sentado, con un hilo de voz.

Había perdido a su compañera meses atrás. Moría el mes de julio. Con el de agosto nos castigó a los jubilatas aquel calor sofocante que derretía las piedras y nos ponía en crisis los pulmones, las vías urinarias, las cardiopatías.

Y mi amigo recién estrenado Periko se nos fue… Una esquela contó secamente su viaje al otro mundo. Y anunció unas exequias civiles en un anonimato que despertaba la curiosidad.

Contaron que cuando en Amorebieta no había Instituto y los jóvenes tenían que salir fuera a hacer el bachillerato, Periko y su compañera montaron una academia y cientos de jóvenes zornotzarras pudieron hacer el bachiller y saltaron a la universidad.

Y que entre Periko y su compañera crearon una cooperativa de consumo que hizo un gran servicio a las economías domésticas de todos los vecinos, sobre todo a las más mínimas, y que fue el germen de Eroski.

Y que la iglesia se abarrotaba cuando decía misa Periko. Y que en el trastero de la parroquia se hacían reuniones de la JOC, Juventud Obrera Católica, en las que se hablaba, entre otras cosas, de autonomía, de derechos históricos y de derechos de los trabajadores.

Y que Periko fue huésped forzoso de todas las cárceles “concordatarias” establecidas por el franquismo con la tolerancia del episcopado y del Vaticano durante algunas temporadas

Y que algunos de sus amigos le preparan un homenaje para el mes de setiembre, a la vuelta de vacaciones. Y que su nombre y su trayectoria ha aparecido en algunas páginas de la prensa medio a escondidas.

Quizá por respetar el deseo de anonimato de Periko, quizá por tomar ciertas precauciones…

No parece que a Periko le vayan a dedicar una calle o una lápída entre la Avenida de Sabino Arana y la del José Antonio Aguirre.

De todos modos, no estaría mal de una vez por todas contar la historia de aquellos tiempos dramáticos y heroicos en que se operó el paso de la dictadura a una democracia tambaleante y tímida, con sus errores y sus excesos, sus éxitos y sus fracasos.

Honorio Cadarso es periodista

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1 Comentario

  1. Senide bat

    Una esquela no contó secamente su viaje, fue un maravilloso bertso de Amuriza en el que familiares y amigos nos despedíamos de él. Las exequias civiles se realizaron con el círculo más cercano y en la intimidad tal y como era su deseo. El homenaje, el próximo 8 de a las 12:00 h en el centro Zelaieta de Amorebieta está siendo preparado con todo el amor del mundo por la familia y amigos más cercanos. Todo respetando a Periko, respetando sus deseos y la discreción de la que hizo gala en vida

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