La Consulta Popular

La Villa de Durango se encuentra en el comienzo del proceso de Consulta Popular para la toma de decisiones respecto a cumplir los deseos mayoritarios de nuestra ciudadanía sobre qué queremos tener en esos miles de metros cuadrados que han quedado sin uso después del soterramiento de la Estación del tren.

Han pasado unos cuantos años, seis si no me equivoco, desde que la nueva estación vive bajo tierra, y durante los cuales la titularidad del suelo no correspondía al Ayuntamiento, sino a Eusko Trenbide Sarea, ETS, y no podíamos hacer sino esperar a que la titularidad fuese nuestra. Y esto ha llegado en 2018.

Es el momento de tomar decisiones. Y la ciudadanía se ha puesto a ello. Por parte de un colectivo asociado con nombre de Erabaki se ha procedido a la recogida de firmas de los durangueses que quieren opinar al respecto mediante una Consulta Popular al efecto, tal y como establece la Ley 2/2016 de 17 de abril de Instituciones Locales de Euskadi en su artículo 80, punto cuarto.

Erabaki, mediante un trabajo encomiable, ha recogido en torno a 3000 firmas superando el 10% de los empadronados en la Villa. ¡Toma del frasco Carrasco! Se dice pronto, pero es un éxito digno de todos los aplausos y reconocimientos. Sinceramente. No cabe ninguna duda.

En el último Pleno de 2018 ya se daba cuenta de ello, una vez depurados los vaivenes y posibles equivocaciones cometidas en los recuentos de tantas firmas y la correspondiente labor de “locos” para la comprobación de de validez de las mismas, de una en una.

Y en el primer Pleno de 2019, en cumplimiento de la citada Ley se aprobó la apertura del procemiento. La Ley dice en ese artículo 80, punto cuarto, al final, “…, el ayuntamiento abrirá el procedimiento de tramitación y lo concretará.”

Esta aprobación que viene bien prescrita por la Ley contó con los suficientes votos a favor de cumplirla, y superar los votos contrarios a la apertura del procedimiento emitidos por EH Bildu y Herriaren Eskubidea. Seguro que por llevar la contraria y lo contrario a todo y a toda. Supongo.

El 12 de febrero se ha constituido la Comisión Informativa Especial para el debate y estudio del procedimiento para la tramitación de la CONSULTA POPULAR sobre los terrenos del PERI 1 Ferrocarril. Está compuesta, como el resto de comisiones por dos representantes de EAJ-PNV, dos de EH Bildu, uno de Herriaren Eskubidea, uno del PSE y uno del PP.

El trabajo de esta comisión debe llevar a una decisión que establece la Ley para determinar, 1) El texto íntegro de la disposición o la política o decisión pública que se somete a Consulta; 2) La pregunta o preguntas que se someten a consulta; y 3) La fecha en que ésta haya de celebrarse, dentro de los plazos que la propia ley estable, y que debe estar entre los 90 días y un año a partir de la publicación de los acuerdos en el Boletín Oficial de Bizkaia, BOB.

El segundo tema, la pregunta o preguntas, va a tener mucha tela que cortar. Ya hay quien defiende que en la recogida de firmas ya se puso una pregunta. Pero la recogida de firmas no es el momento de decidir esos tres aspectos que la Ley regula y he enumerado en el párrafo anterior. La pregunta, afortunadamente, está por decidir. Y afortunadamente no para mi, ni para las nubes que algunos días nos impiden ver el sol, no. Afortunadamente para Durango y sus gentes.

Y lo digo y lo defiendo, como lo he defendido en los Plenos, porque la pregunta que se incorporaba en la recogida de firmas callaba aspectos importantes y relevantes. Y como no me quiero extender en algo que ya expuse en el Pleno de diciembre pasado y que se debatirá largo y tendido en la nueva Comisión, afortunadamente para Durango, lo resumiré en dos frases “Antes de actuar analiza las consecuencias” y “la pregunta de la recogida de firmas ocultaba las consecuencias” (no sé si con mala fe o no).

Cambio el plano y nos posicionamos en ser conscientes de lo que tenemos y podremos decidir y valorar lo que queremos (que seguramente no coincide con lo que tenemos), y si lo queremos modificar a cambio de pagar las consecuencias que conlleva.

Tenemos un Plan que se aprobó hace más de 10 años por el que tarde o temprano Durango tendría cinco bloques de viviendas de “baja” y hasta 18 alturas. Y no se aprobó con votos favorables del PP, para nada. El PP siempre pensó que esas alturas no son acordes a la Villa de Durango. Pero se aprobó, y sí con algún voto de Eusko Alkartasuna, que hoy se integra en EH Bildu. Y hoy EH Bildu quiere “echar balones fuera”, pero los balones no salen y las verdades permanecen.

Y si todos queremos cambiar lo que hay, hagámoslo. Sí, por supuesto. Hagámoslo bien, hagámoslo como establece la Ley, y seamos consecuentes con la decisión, siendo conocedores de todos los aspectos referentes al asunto y conocedores de las consecuencias. Las consecuencias positivas y las consecuencias negativas.

Durango, ¡decide!, es tu momento. Aprovecha esta oportunidad.

Reitero el aplauso a Erabaki por el trabajo y el éxito alcanzado. Y a la vez les pido que no defiendan que la pregunta ya está decidida. Saben que no es así, y saben que un porcentaje que no puedo cuantificar, y ellos tampoco, ha dado su apoyo en la “entrega” de su firma sin conocer las consecuencias ni el precio que los cambios que podamos decidir conllevan.

Desde el Partido Popular vamos a poner toda la luz al respecto para beneficio de Durango.

Fran Garate es concejal del PP en el Ayuntamiento de Durango