El estado de la dación

He vuelto a pasear por las arterias de la capital de la galaxia.

Caminaba por la calle Lutxana con un andar cansino gracias al calor y, casualidades de la vida, he pasado por delante de un casino, cuando me he percatado que justo enfrente tenía un “gunea” solidario con el 4º mundo.

Podría ser una opción más para marcar con la X en el capítulo de ayudas de la declaración de la renta.

No hace falta explicar mucho los rasgos de la gente que se agolpaba a la puerta, aunque no he sabido distinguir si pertenecían al 3º o al 4º mundo. Un día con menos galbana trataré de averiguar la diferencia.

Bien es cierto, que en las tardes veraniegas de sofá y sofoco, con ver en los programas de televisión, algún capítulo sobre las pensiones de viudedad, subsidios y prestaciones por desempleo, de ellas sobre todo, uno ya se va haciendo a la idea de por dónde deben venir los tiros.

Mientras tanto, una pléyade de imbéciles abren una petición a través de la famosa change.org,  para que el gobierno de la nación perdone la deuda a Hacienda de un famoso futbolista, y se quede jugando con el equipo de sus amores en el país, cuando lo más lógico es que no habría ningún problema porque podrían verlo jugar en el patio de la cárcel entre los equipos A y B de los reclusos. Para hacerlo llegar a más idiotas aún, se facilitarían las cosas mediante la retransmisión por canal interno de TV.

Tanta insensatez tendrá que ser sin duda producto de la ola de calor que ablanda los cerebros. Bien es cierto, que las ejemplares vidas de unos cuantos políticos sirven para dar alas, dar por lógico y natural defraudar, robar, falsificar…y luego, evidentemente, que te falle la memoria. La mente es muy sensible a la canícula.

La asamblea de majaras ha decidido: mañana sol y buen tiempo.

Agustín Ruiz Larringan, herritar aktiboa.