Covid-19 y las máscaras

Ha llegado la era de las máscaras y cada uno hace lo que puede. Hasta hace bien poco era totalmente inusual ver a alguien con mascarilla por la calle. De hecho, tan sólo las veíamos con motivo de los carnavales, más bien al estilo veneciano, o a alguna persona proveniente de algún país oriental, a la que mirábamos un poco de reojo por el simple hecho de llevarla. Bueno, tampoco nos podemos olvidar del visionario Michael Jackson, que ya usaba mascarilla por los 90 y lo veíamos como algo totalmente extravagante.

Sin embargo, en las últimas semanas, la máscara se ha convertido en un artículo imprescindible al salir de casa, obligatorio y cuya falta de uso va a ser motivo de sanción.

Se hace necesario adquirir nuevas costumbres. Con ello, al igual que comprobamos si hemos cogido las llaves, los klinex o el móvil, nos tenemos que acostumbrar a mirar si llevamos nuestra mascarilla. Y es que se ha convertido en la compañera imprescindible para visitar a nuestros mayores, hacer compras, tomar algo en un bar, acudir a una consulta médica, transportes públicos, o a algún lugar concurrido en el que no podemos mantener las distancias exigidas.

Así, nos cruzamos con gente con mascarillas higiénicas, mascarillas quirúrgicas, de tela, reutilizables, de colores, de niño, de adulto…. Hay mascarillas para todos los gustos y también hay quien, a pesar de todo, sigue sin querer enterarse de la conveniencia de usar la mascarilla en la actual situación y lo sigue viendo ridículo . Y es que no se trata solo de una cuestión de protección individual, que puede ser también un buen motivo para utilizarla, sino que se trata de  una cuestión de respeto, de cuidado al prójimo y de evitar que el Covid19 arrase con todo. Por eso, debemos olvidarnos de las incomodidades, de los prejuicios y hacer un esfuerzo por utilizarlas, siempre que no podamos mantener la distancia de seguridad.

Y no menos importante que usarlas, es lo que hacemos con ellas una vez usadas. Debemos ser conscientes también de darles un uso adecuado. Porque cuidar de nuestra salud y de la salud de nuestros seres queridos no debe ser incompatible con cuidar la salud del medio ambiente.

Las mascarillas de tela lavables y reutilizables son una buena opción para ello.  Aunque, ojo con ellas, porque pueden generar una falsa sensación de protección, ya que no siempre garantizan su efectividad frente al contagio, ni todas tienen la misma capacidad de filtración. Eso sí, si se usan y se limpian de manera correcta, suponen siempre una mayor protección que no llevar ninguna mascarilla y suponen además una disminución importante de generación de residuos.

Y si utilizamos mascarillas desechables, seamos cuidadosos y depositémoslas en papeleras cuando estemos en la calle, y en el contenedor de fracción resto cuando estemos en casa. La realidad es que el COVID19 además de traernos una importante crisis sanitaria y económica, puede traernos también una importante crisis medioambiental. Últimamente son muchas las mascarillas que podemos encontrar por el suelo, y han sido ya miles las mascarillas que se han encontrado en nuestros mares y océanos a nivel mundial. No vamos a poder solucionar todo el problema, pero sí podemos intentar hacer cuanto esté en nuestras manos, favoreciendo el uso de mascarillas reutilizables y siendo cuidadosos al deshacernos de las que no lo son.

Cuidar de nosotros mismos, de quienes nos rodean y del medio ambiente, es cosa de todos. Cuidémonos en la era del covid-19 y las máscaras.

EAJ-PNV Durango