Contra las armas y el ladrillo

Ya lo sabíamos, en nuestro país, las industrias y negocios de armas tienen una importancia excesiva, y en este momento nuestro envío de 400 bombas y el contrato de cuatro corbetas para Arabia Saudí son muy criticados. Pero los obreros de Navantia exigen que los contratos de las corbetas se cumplan, porque si no se van a quedar sin trabajo… Y el gobierno de Pedro Sánchez dice que piensa cumplir los contratos adquiridos con Arabia Saudí.

Desde otra perspectiva, muchos elogian elogian el valor de aquel que se negó a cargar un barco de armas para Arabia Saudí en el puerto de Bilbao y las mujeres que se manifestaron en el mismísimo puerto en contra de esta práctica. Y a consecuencia de aquello, los barcos saudíes ya no cargan en Bilbao las armas sino en Santander y en Motril.

Entre el ladrillo y las armas se llevan buena parte de los negocios que tenemos entre manos. Y muy pocos se plantean que hay una solución, que se puede invertir con mejores resultados y más puestos de trabajo en otras industrias y negocios.

Por ejemplo, en promocionar industrias relacionadas con las energías limpias y renovables. Con lo barato que nos sale el sol en esta Piel de Toro, y con la pujante industria de energías eólicas de prestigio internacional dicen los técnicos que se producirían un 50% más de empleos que con la industria de armamentos. Y las inversiones en educación producirían el doble de empleos que esa misma inversión en los negocios de armamento.

Pero no se habla mucho de esa solución a las industrias del armamento y del ladrillo. Y los bancos siguen invirtiendo en armas y en ladrillo, y el gobierno central sigue cargando de impuestos a las energías de origen solar, y las industrias relacionadas con la energía eólica de nuestro país quizá no reciben los estímulos que deberían recibir.

Y entre nosotros hay fábricas de armas, y villas armeras que fabrican máquinas de coser y pistolas, y villas con nombres como “XX de la Armas” Y otras en las que se hacen bombas de racimo

Y tres millones de trabajadores siguen en las listas del paro. Pero parece que para los políticos es preferible seguir sembrando ladrillos y hormigón a voleo, y abastecer a Arabia Saudí de armas asesinas en el Yemen y en otros lugares…

Honorio Cadarso es periodista