Ciclo ventiuno

Recurrir al cine para generar un artículo
suele ser uno de mis recursos favoritos. Y no
piensen Vdes. que les voy a contar una
película, sino utilizar su argumento para
comentar un tema que considero de interés
general. Así que ahí va por FUERZA MAYOR.

Se produce un alud de nieve que
amenaza la atalaya. ??l olvida todo lo
importante y se queda con lo superficial para
correr y ponerse a salvo. Ha abandonado a su
suerte a su mujer y a sus dos hijos menores de
edad.

Tras el incidente sin
consecuencias funestas, el matrimonio no es
capaz de comentar lo sucedido, aunque ella
aprovecha la oportunidad que le brinda una
reunión de amigos en el bar, para poner en
evidencia a su marido ante los demás.

Es el inicio del tortuoso camino de una
relación familiar que distancia a la pareja en
tanto los hijos sufren en silencio la angustiosa
amenaza de que sus padres se divorcien. Ha
prevalecido el egoísta instinto de conservación
en el comportamiento del macho, en tanto que
la hembra ha ejercido el instinto maternal de
protección a sus vástagos por encima de su
propia vida, pero ¿cómo conocer cómo y cuáles
van a ser las reacciones humanas en casos
extremos?

Si no se ha roto la
unidad familiar sí que lo ha hecho la unión
familiar. Además, los problemas del
matrimonio no terminan ahí, puesto que sus
diferencias personales y diferentes puntos de
vista les llevan a desatender los
requerimientos de sus dos hijos.

Difícil equilibrio. Perdidos en la niebla al
encuentro de sí mismos para poder encontrar a
su consorte y hacer causa común. Desechar
ese otro yo que aborrecemos, esa parte de
nosotros mismos que nos disgusta.
Determinación, expiación, reconocimiento y
asunción del rol que cree que le corresponde a
él como cabeza de familia. Se pone al frente
del pelotón para retomar el mando.

Ella grita desorientada y sóla en la ventisca.
El deja a los niños y vuelve tras sus pasos en
busca de su esposa. Se han cambiado los
papeles aunque la circunstancia difiere, pero el
instinto del macho le conduce a rescatar a su
hembra. ¿Hubiese hecho lo mismo la hembra?
Me temo que no, aunque se sienta feliz en
brazos de su marido y ahora ya no le reprocha
haber dejado solos entre la espesa calina a sus
hijos. La sensación de familia unida supera esa
percepción.

Pautas de
comportamiento y decadencia de la institución
familiar que precisan de una revisión sobre la
identificación de cometidos que a cada
miembro le correspondería asumir en la
actualidad.

Así somos y así
vivimos hoy en día en una sociedad en la que
se ha fomentado la falsa idea de la
independencia que proporciona el
individualismo, e identificando responsabilidad
con falta de libertad.

Alguien que
me conozca, opinará que quizás yo no sea la
persona más idónea para hablar de este tema,
pero hay personas que renunciamos a un tipo
de obligaciones, porque hemos asumido otra
clase de cometidos, que no eximen de ninguna
manera la aceptación de compromisos y
luchamos por un sueño o por una utopía.
¡Quién sabe!.

(Dedicado con
cariño a todos los aitatxos en el día del padre.
Sé que es difícil serlo).

Agustín Ruiz Larringan, herritar aktiboa.