Markeliñe transforma ‘Romeo y Julieta’ en un espectáculo circense

Tras una trayectoria llena de reconocimientos por parte del público y avalada por premios de prestigio como los recibidos en FETEN-Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas, Umore Azoka de Leioa, Fira de Tàrrega, Festival de VilaReal, Festival de Valladolid o con la manzana enmascarada diseñada por Joan Brossa de los Premios Max, Markeliñe acaba de estrenar su última creación, ‘Julietas, Romeo Circo’, coincidiendo con su 35 aniversario.

El nuevo espectáculo supone la introducción del circo como un elemento más de los recursos teatrales que habitualmente emplea la compañía, lo que les permite “seguir soñando y creando”, además de “poder comunicar al público la emoción del teatro”, según sostiene Joserra Martínez, integrante y fundador de Markeliñe.

En ‘Julietas, Romeo Circo’ recurren a “un clásico literario como es ‘Romeo y Julieta’ para presentar un trabajo innovador y contemporáneo” que va de la comedia al drama y que constituye un viaje de la juventud a la madurez.

Montescos y Capuletos

Un sombrero verde y otro rojo como representación de Montescos y Capuletos, las familias de Romeo y Julieta, son los elementos que cohesionan diferentes números de trapecios, cintas, aros y malabares que se mueven “al compás de la fragilidad del amor, de la pasión y de la vida misma”, según los integrantes de la compañía.

Para llegar a utilizar los elementos sobre los que gira el nuevo espectáculo, Markeliñe ha completado un recorrido de tres décadas y media en el que han tenido cabida infinidad de recursos escénicos, además de estilos y de propuestas que van desde las creaciones para ser representadas tanto en teatros como en la calle, bien para el público familiar o para todo tipo de espectadores.

Una de las premisas que mantiene la compañía que crearon tres amigos zornotzarras, Iñaki Egiluz, Javi Renovales y Joserra Martínez, es la de estrenar sus espectáculos ante sus vecinos tal y como hicieron hace 35 años con ‘Mudo fantástico’. Fue un 4 de enero de 1984 y la función se desarrolló en el desaparecido “Cine Celayeta, que tenía por escenario unas tablas mal puestas”, según recuerda Martínez.

Su primer trabajo les reportó el reconocimiento del público con un “humor de raíz ingenua”, tal y como apuntaba una crítica periodística. La nota definía el espectáculo  como “…un ligero y agradable tebeo con galopadas, caídas, peleas, ternura y su miaja de subrayados críticos sobre gestos y actitudes del ser humano de nuestro tiempo…”.

Animados por el éxito los integrantes de la compañía “nos vinimos arriba” pero al presentar su segunda propuesta, ‘In extremis’, las críticas realizadas por los compañeros de profesión les hicieron ver que el teatro era algo más que mímica y onomatopeyas, “por lo que nos pusimos a trabajar con Geroa y Paco Obregón que estaban en un momento muy dulce. Con ellos aprendimos que, además del humor y la diversión, los espectáculos también pueden tener un fondo y algo que decir”, asegura Martínez.

A esas dos primeras creaciones le han seguido más de una veintena de creaciones dirigidas a todo tipo de públicos, en las que han alternado las propuestas de sala y de calle, de formato grande y mediano, y con los que han recorrido escenarios de Europa, América o Asia. Algunas de esas creaciones han sido reconocidas con importantes premios, como en el caso de ‘Armagedon’ (1991), ‘La vuelta al mundo en 80 cajas’ (1998), ‘Mambrú’ (2001), ‘DSO’ (2002) o ‘Carbón Club’ (2005) que durante dos años consecutivos estuvo programado en el National Theatre of London.