“La madurez me hace valorar más los triunfos”

La durangarra Begoña Martínez Tellería está viviendo una segunda juventud tras convertirse en atleta veterana. La madurez le ha otorgado importantes triunfos, como el subcampeonato de Europa en pentatlón de 2013 y varios títulos estatales y vascos. Este fin de semana, lo dará todo por subirse al podio en los Campeonatos de España que se celebran en Durango ya que, según sostiene, las ganas de competir no se pierden nunca.

-Desde tus 40 años, ¿cómo recuerdas tu inicio en el deporte de competición?
-Empecé en el colegio animada por una amiga, pero no era tan joven como otras chicas que comienzan a hacer deporte, debía tener 11 o 12 años. Al principio, sólo me dedicaba a entrenar pero, poco a poco, eso te lleva a competir.

-¿Qué tal se te daba?
-Era bastante normalita, ja, ja, ja. Lo acabé dejando varios años después, hacia la veintena. Estaba un poco cansada, ya que el atletismo se me hacía muy duro, con entrenamientos todos los días. Pero mantenía el gusanillo de volver a las pistas y aproveché que mis hijos eran un poco mayores para decidirme.

-Regresas a la competición con 35 años, la edad en que se entra en categoría de veteranos. Y empiezan a llegar los triunfos.
-Pues sí. No estoy haciendo las marcas que hacía de joven, pero para mi categoría no me puedo quejar.

-Has logrado éxitos en los Campeonatos de España y Euskadi, pero destaca la plata en pentatlón que lograste hace dos años en el Europeo celebrado en Donostia. ¿Es el resultado del que estás más satisfecha?
-Si tuviera que elegir uno, sería ese. Fue muy emocionante y bonito vivirlo con la presencia de toda mi familia. También recuerdo un Campeonato de España en Zaragoza en el que hice el récord del torneo en pentatlón.

Victorias en familia

-¿Se viven los triunfos de otra forma, como adulta?
-Las victorias siempre te dejan contenta a cualquier edad. Pero ahora tengo la satisfacción de compartirlas con mis hijos y de verles felices cuando gano medallas. Son un premio y una motivación que compensa todos los sacrificios y renuncias a las que te obliga la competición, así que creo que se valoran más.

-Has comentado que tus marcas no llegan a los niveles de cuando eras joven. Eso hace que la técnica sea cada vez más importante según se cumplen años, ¿no?
-Lo que pasa es que la técnica también alcanza un límite de mejora. Cuando empiezas en el deporte eres más maleable, es más sencillo perfeccionar tu forma de hacer las cosas. Pero según creces, te habitúas a tu forma de trabajar  y cuesta mucho más cambiar hábitos. Al menos en mi caso, considero que lo tengo, es lo que hay, ja, ja.

-Así como hay una curva de rendimiento físico, en la que a cierta edad se alcanza una cima que luego va descendiendo, ¿crees que pasa lo mismo con las ganas de competir?
-A veces, cuando ves que no vas mejorando tus marcas y que los resultados no llegan, te da rabia. Pero creo que el deseo de competir no se acaba nunca. No hay más que ver los torneos de veteranos, a los que acude gente de 60 o 70 años que no se cansan de participar y tienen una vitalidad increíble.

-¿Te ves a esas edades sobre una pista de atletismo?
-Me encantaría. Es una gozada ver competir a atletas de más de 90 años, que están encantados de la vida. No sé si yo llegaré a esos extremos, pero mientras el cuerpo aguante y las lesiones me respeten estaré disputando pruebas.

-La próxima, este mismo fin de semana, en los Campeonatos de España que se celebran en Durango. Participarás en heptatlón, ¿a qué aspiras?
-La verdad es que no he preparado la prueba. Este torneo llega justo después del de pista cubierta y no suelo participar. De hecho, es la primera vez que lo hago, un poco obligada porque se celebra en casa y porque ayudo en la organización. Y además, acabo de llegar de vacaciones y llevo días sin entrenar. Pero si mantengo las marcas que he estado haciendo hasta ahora, creo que puedo aspirar a un metal. Estoy un poco a la expectativa de mi rendimiento.