El Club de Judo de Durango regresa de un torneo de Francia cargado de medallas

Durangoko Judo taldea ha regresado del Torneo Internacional que se ha celebrado en la localidad francesa de Grisolles con un buen sabor de boca. Mientras que Maria Bazán que se ha convertido en una de las firmes promesas del club se alzó con la medalla de oro en la categoría infantil, en benjamines Illan Setién y Pello de la Torre se han colgado también el oro. A estos espectaculares resultados hay que añadir el buen papel realizado por el resto de judokas durangarras.

Las futuras promesas del judo de Durango han vuelto a dejar claro que trabajan para hacerse un hueco entre los mejores. La cita ha sido en el Torneo Internacional de Grisolles (Francia).

En categoría infantil, los durangarras acudían representados por Maria Bazán en -36 kilos y Eider Vivanco en -44 kilos. Muy centrada en sus combates y mejorando el esquema técnico-táctico, Maria ha vuelto a demostrar que se encuentra en un buen momento y tras no ceder ante ninguna de sus rivales se alzó con la medalla de oro.

A Eider, por su parte, aunque dominó en los agarres, le faltó definición en los ataques. Y aunque sus rivales no fueron superiores, la representante rusa acabó ganando el combate por una mínima ventaja, mientras que la judoka local se benefició por jugar en casa.

“Maleta llena de recuerdos”

Por su parte, en la categoría benjamín Illan Setien y Pello de La Torre se han colgado también sendas medallas de oro, a las que hay que sumar las tres medallas de plata conseguidas por Oinatz García, Julen Villanueva y Paul Barruetabeña, así como las dos medallas de bronce de Oier Acosta y Ariane Muñoz. Los más pequeños del club han desarrollado un judo de muy alta calidad disputando combates contra judokas de Italia, Rusia, Inglaterra y Francia.

En la categoría alevín los tres representantes masculinos Eneko Diez, Daniel Grigore y Eneko Carballo, pasaron a la fase final de la que se vieron apeados por los representantes de Italia, Getxo y Francia respectivamente. La representante femenina en esta categoría, Nahia Olea,  nada pudo hacer en un peso plagado de judokas con un nivel muy superior. “En esta categoría ya se notaba un nivel mayor, siendo los rusos los grandes dominadores”, explican desde el club durangarra que resalta “el trato exquisito” recibido por parte de la organización del torneo.

“Nos han tratado como si estuviéramos en nuestra propia casa. El haber compartido estos cuatro días les ha hecho volver con la maleta llena de recuerdos y a nosotros nos ha servido para ver el resultado de nuestro trabajo multiplicado por mil al ver las caras de felicidad con que recibían a sus padres y les contaban lo que habían vivido”, puntualizan los responsables del club de judo de Durango.

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