El Ayuntamiento de Durango va a poner en marcha una nueva experiencia piloto en la gestión de los residuos orgánicos para ofrecer a los comedores escolares del municipio un servicio de recogida que permitirá el reciclaje de los restos de comida. Comenzará a funcionar “próximamente”, en palabras de responsables municipales.
Mediante esta experiencia se dará continuidad a la idea desarrollada durante el año 2017 en Kurutziaga ikastola, que ahora se extenderá a todos los comedores escolares de la villa. Su puesta en marca servirá para incrementar las tasas de residuos reciclados y, al tratarse de servicio pionero, será sometido a un seguimiento y validación antes de que pueda ser implantado de forma permanente.
Este tipo de iniciativas permiten “reducir la cantidad de residuos que llegan a los vertederos y contribuir al reciclaje”, además de propiciar que “los propios alumnos y alumnas reflexionen sobre nuestro modelo de consumo”, según ha manifestado la alcaldesa de Durango, Aitziber Irigoras. En este sentido ha señalado su deseo de que los escolares “se den cuenta de la importancia que tiene el reciclaje en la mejora del medio ambiente y que pongan en valor los residuos de origen orgánico”.
Recogida selectiva
La implantación del servicio supondrá que un agricultor local se encargará de recoger los residuos orgánicos generados durante las comidas que se ofrecen en los siete comedores escolares de Durango. Los restos de comida habrán sido separados mediante la utilización de cubos específicos en los que se clasificarán tanto restos de origen vegetal, como animal, frescos y cocinados, además de las muchas servilletas de papel.
Los recipientes serán recogidos a diario y se transportarán al caserío del baserritarra ubicado en el barrio de Santa Apolonia de Iurreta, donde se realizará el correspondiente tratamiento mediante compostaje aerobio, un proceso natural y sostenible que produce como resultado un abono orgánico que será empleado en los cultivos del propio agricultor.
En la actualidad el número de comensales que acuden a los comedores escolares supera las 3000 personas, con lo que se espera que en los 12 meses que durará la experiencia, se recogerá y tratará una cantidad cercana a las 100 toneladas de residuos. Además, el servicio se empleará para reforzar las campañas de sensibilización ambiental que regularmente los centros desarrollan internamente.