Condenan a un empresario y a sus dos hijos por provocar la quiebra del matadero de Berriz

Un empresario y sus dos hijos, últimos gestores del matadero de Berriz, han sido condenados a 5 años de prisión y a una multa de 8,1 millones de euros por llevarlo a la quiebra en 2007. La Audiencia de Bizkaia ha dictaminado que desde que comenzaron su labor realizaron “de común acuerdo” una serie de operaciones para provocar el cese de la actividad.

La resolución recuerda que en 1976 se fundó la empresa Felipe Amezua en Berriz para explotar mataderos frigoríficos, adquirir ganado y sacrificarlo y para compraventa de subproductos cárnicos. La firma mantuvo un éxito empresarial hasta el 2006 en el que pasó a formar parte del Grupo Amezua, junto a Industrias Cárnicas Zuia y Matadero de Berriz.

Ese año, la empresa comenzó a ser gestionada por José María A. y sus dos hijos. La sentencia relata que desde ese momento “los acusados, actuando de común acuerdo, comenzaron una espiral de operaciones tendentes a disminuir el activo y aumentar el pasivo de la sociedad, provocando con ello el cese definitivo de la actividad en verano de 2007 y la declaración de concurso de acreedores”.

Estas acciones, según el tribunal, fueron realizadas con el conocimiento “de que la situación de la empresa no se sostendría”.

Condenas previas

La sentencia condena al empresario y a uno de sus hijos a dos años de prisión cada uno, a una multa de 8 meses a razón de 8 euros al día y al pago de una indemnización conjunta de 6,8 millones de euros. El otro hijo ha sido considerado cómplice y se le ha impuesto una pena de un año de cárcel, una multa de 4 meses con una cuota diaria de 8 euros y una indemnización de 1,3 millones de euros.

Debido a un acuerdo con la fiscalía, el tribunal suspende la ejecución de la pena durante cinco años y un año, respectivamente, para cada uno de los hijos, con la condición de que no vuelvan a cometer delitos. Se mantiene, sin embargo, la de José María A. al acumular diversas condenas previas por delitos de lesiones, estafa y fraude tributario.