Sobre el asesinato de Berta Cáceres, líder indígena hondureña y defensora de los derechos humanos

Declaración institucional suscrita por el Ayuntamiento de Durango por unanimidad.

El pasado jueves 3 de marzo, Berta Cáceres, lideresa indígena lenca, defensora de los derechos humanos, activista en la lucha de los movimientos indígenas y campesinos contra la explotación y expolio de las multinacionales en sus territorios, fue asesinada. Berta Cáceres, que fue representante durante más de veinte años del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), fue una destacada e inspiradora luchadora, a nivel regional y continental, en defensa de la justicia social y ambiental.

Berta Cáceres lideraba la lucha en contra de la instalación del proyecto hidroeléctrico “Agua Zarca”, en el río Gualcarque, desarrollado por la Empresa Desarrollo Energético S.A. (DESA). El pueblo lenca manifestó su rechazo a este proyecto y Berta Cáceres y la organización a la que representaba, denunciaron en múltiples ocasiones el incumplimiento por parte del Estado Hondureño de sus obligaciones como estado parte del Convenio 169 de la OIT, que establece la obligación de celebrar una consulta previa e informada a los pueblos indígenas afectados.

Su papel como defensora de los derechos humanos y del medioambiente fue reconocido en 2015, al recibir el Premio Ambiental Goldman. Sin embargo, también la convirtió en objeto de amenazas, procesos de criminalización, persecución y estigmatización, que llevaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a otorgar medidas cautelares para su protección.

El caso de Berta Cáceres no es un caso aislado en Honduras, según el informe “¿Cuántos más?”, elaborado en 2014 por la ONG inglesa Global Witness, 111 activistas ambientalistas fueron asesinados en Honduras entre 2002 y 2014, lo que hace de Honduras el país más peligroso para los y las defensoras de derechos humanos, con la tasa más alta de homicidios a nivel global y más de 100 personas con medidas cautelares de protección. Dichas medidas no son aplicadas de manera efectiva por el Estado de Honduras, puesto que junto con Berta Cáceres otras 15 defensoras de DDHH han sido asesinadas entre 2010 y 2016 a pesar de ser beneficiarios de estas medidas de protección.

Ante esta gravedad de la situación:

1. El Ayuntamiento de Durango expresa su más enérgica condena al asesinato de Berta Cáceres, líder indígena, defensora de los derechos humanos y activista en la lucha de los movimientos campesinos contra la explotación y expolio de las multinacionales en sus territorios.
2. El Ayuntamiento de Durango apoya las Proposiciones no de Ley aprobadas por unanimidad por el Congreso de los Diputados el 13 de abril de 2016, (161/000176) y (161/000242), en relación con la petición de justicia y el esclarecimiento del asesinato de la activista defensora de derechos Humanos hondureña, Berta Cáceres.
3. El Ayuntamiento de Durango respalda la resolución del Parlamento Europeo adoptada el 14 de abril de 2016 sobre Honduras y la Situación de los/as Defensores/as de Derechos Humanos (2016/2648(RSP)) que considera que todas las inversiones europeas deben formar parte de un conjunto sólido de políticas de salvaguardias ambientales y sociales y pide a la Comisión y el Servicio Europeo de Acción Exterior que aseguren que no se facilite ayuda europea a proyectos que no cumplan con el requisito de la consulta previa, libre e informada a las comunidades indígenas, garanticen una consulta significativa de todas las comunidades afectadas y garanticen el cumplimiento de los derechos humanos, laborales y la protección ambiental.
4. El Ayuntamiento de Durango apoya la Comisión internacional formada por el Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de NNUU para investigar el asesinato de Berta, esclarecer las causas de su asesinato y de ese modo poder contar con verdad, justicia y reparación.
5. El Ayuntamiento de Durango trasladará al Gobierno Hondureño la presente Declaración institucional y la demanda verdad y justicia en el asesinato de Berta Cáceres.