Bendición con pedigrí

Aunque los tiempos cambian a velocidades cada vez más de vértigo, hay momentos y lugares donde el tiempo parece detenerse.  Estampas que ofrecen imagen de eternidad. Como Urkiola y sus cultos inmemoriales. El santuario reverencia mañana a su patrón más ???viejo???, San Antonio Abad.

En realidad, no han hecho falta muchos preparativos porque el esquema de la celebración seguirá la misma pauta del año pasado. Y del anterior y del anterior.

Tan mimética es la conmemoración que Joseba Legarza, que acaba de cumplir 40 años en la comunidad cural del santuario, sólo ofrece una anécdota asociada a esta jornada. ???Un año, creo recordar que fue 1985, nevó mucho y sólo vino una persona andando desde Txakurzulo. Celebramos el día con él???.

Quitando este episodio y las variaciones que registra la asistencia según la climatología, cada año es un calco del anterior. Como mandan las tradiciones.

Cada 17 de enero, baserritarras y población rural de Durangaldea, pero también de Gipuzkoa, se acerca a Urkiola en busca de protección para los animales y las cosechas. Pero esto era antes porque actualmente se sube más que nada por costumbre y por devoción.

Hay programadas misas a las 12, las 13 y las 18 horas. En su transcurso se bendecirá el pan y se partirá y compartirá en señal de solidaridad. También los productos del campo que se presenten. Al término del oficio religioso, se bendecirá a los animales domésticos en el exterior del templo.

Esta es una práctica más reciente. Data de hace 4 ó 5 años. El párroco de Urkiola, Xabier Eskauriatza, lo atribuye a la ???txakurmania??? de los últimos lustros. ???Ahora hacemos una bendición de más pedigrí???, bromea. Básicamente, se presentan perros y gatos, pero comenta que ha llegado a ver una tortuga esperando pacientemente su turno en el claustro.

La fiesta estará amenizada por los txistularis de Abadiño y el próximo domingo se celebrará la repetición, siempre más concurrida, al ser festivo. Las misas serán a la misma hora y se volverá a bendecir y distribuir el pan, que tradicionalmente se lleva a casa para repartir entre los miembros de la familia y los animales de labranza. Actuarán los dantzaris de Abadiño y habrá una rifa cuya recaudación se destinará a las necesidades del santuario.

San Anton abad comparte hornacina con San Antonio de Padua. Este es el joven. Aquél, el veterano, por dos motivos. Primero, porque en un principio, hace siglos, sólo a él se le rendía culto en Urkiola hasta que llegó el italiano a hacerle compañía. Segundo, vivió 105 años, a decir de San Atanasio, lo que le convierte también en patrón de la longevidad.

A San Antonio de Padua, cuya festividad se celebra el 13 de junio, se le ruegan otros favores. Se le pide pareja y ayuda para recuperar los objetos perdidos.

Sin embargo, últimamente, quizás porque en el fondo los tiempos cambian hasta en Urkiola, o porque la bonanza climatológica ha hecho de la fiesta de verano un acontecimiento más animado, a San Antonio de Padua se le pide de todo. También lo que es atributo de su tocayo de invierno. Pero no hay problema por eso, a juicio de Eskauriatza. ???No se enfadan, porque se entienden muy bien???.