Atxondo revoca su Plan General
de Ordenación Urbana y tendrá
que elaborar uno nuevo

El Plan General de Ordenación Urbana que rige las actuaciones urbanísticas en Atxondo, quedará sin efecto tras haber sido revocado por el pleno municipal. En concreto, los corporativos rechazaron la aprobación inicial y provisional de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que comenzó a redactarse hace once años, bajo gobierno de EH Bildu.

La decisión supone “un paso atrás” que el Equipo de Gobierno integrado por ediles de EAJ-PNV considera “necesario para avanzar”. La decisión fue adoptada por unanimidad de jeltzales y de ediles soberanistas, en un pleno que aprobó la modificación puntual de las Normas Subsidiarias correspondientes a las zonas de Markoida, Cemosa-Fuchosa y el caserío Urkuzu, de Apatamonasterio.

El actual PGOU, que fue aprobado inicialmente en abril de 2015, está paralizado “por ser inviable” según el teniente de alcalde Gorka Garate, aunque la administración local tendrá que someterse a ese documento urbanístico “hasta que se pueda empezar a redactar el nuevo plan”. El edil jeltzale segura además que “el plan actual no ha pasado ninguna criba legal y es insostenible” y añade que “queremos un nuevo plan que se pueda hacer con acuerdo y el consenso de todos”.

Entre las deficiencias detectadas en ese plan urbanístico se incluyen las que afectan a la zona de Markoida, la única destinada a la construcción de viviendas donde se contemplaba la posibilidad de edificar un centenar de pisos. Sin embargo, se trata de una zona calificada por URA “como inundable”, según señalan desde el Equipo de Gobierno.

La modificación puntual de las Normas Subsidiarias también afecta a la zona industrial comprendida entre las empresas Cemosa y Fuchosa en las que podrán acometerse diferentes actuaciones urbanísticas. También la zona del caserío Urkuzu, donde se contemplaba la ubicación de una Kultur Etxea, deberá ser sometida a una adecuación de su calificación urbanística y, en consecuencia, se pospondrá la materialización del equipamiento cultural.

En el pleno que aprobó estos cambios urbanísticos, los corporativos de los dos grupos con representación en el Consistorio también decidieron dar inicio a los Programas de Participación Ciudadana que permitirán disponer de un nuevo documento que defina la trama urbana del municipio.