50 días sin Joaquín ni Alberto

Con la crisis del coronavirus acaparando la atención mediática, Zaldibar Argitu quiere mantener vivo el recuerdo de la desaparición de Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán. Los dos trabajadores desaparecieron hace ya 50 días a consecuencia del derrumbe de un vertedero “que seguirá suponiendo una amenaza para la salud de la población una vez superemos esta pandemia”, señalan desde la plataforma.

El inicio de la cuarentena coincidió con uno de los momentos álgidos de las movilizaciones ciudadanas. El pasado día 12, la plataforma tuvo que suspender la manifestación convocada hasta el barrio de Eitzaga, tras las concentraciones realizadas al mediodía en las localidades del entorno durante una jornada de paro laboral de tres horas.

Pero incluso confinada en sus casas, la ciudadanía se ha mantenido activa para continuar con sus peticiones de recuperar los cuerpos de los desaparecidos y conseguir una información veraz de las consecuencias del accidente. Ayer mismo, zaldibartarras salieron a sus balcones y ventanas con carteles en recuerdo de las víctimas y, esta tarde, se ha convocado una sonora protesta para las 19.00 horas.

“Comenzaremos con la primera campanada, con sirenas, megáfonos, equipos de música… cualquier cosa que haga ruido”, explica Gaizka Zabarte, de Zaldibar Argitu. Con el séptimo tañido, arrancará una cacerolada “brutal” que se mantendrá durante 5 minutos. “Queremos mantener el tema candente, porque el problema seguirá ahí, una vez superemos esta pandemia”.

Investigación independiente

El próximo día 6 se cumplirán dos meses desde un desprendimiento que continúa generando muchas dudas en la población. “Lo primero y más urgente es recuperar los cuerpos de Alberto y Joaquín, no necesita más explicación. Pero el problema del vertedero tiene muchísimas vertientes”, alerta. “No se ha hecho público qué tipo de sustancias, además del amianto, se han vertido allí. Ni cuáles se han encontrado en las labores de desescombro. Tampoco conocemos las consecuencias que habrá en el aire, tierra y agua de la zona ni en la salud de la ciudadanía”.

En ese sentido, “desde un primer momento hemos pedido que se haga una investigación por parte de un organismo independiente, porque consideramos que el Gobierno vasco es parte del problema. Tanto por su papel anterior al derrumbe, como por cómo ha gestionado la crisis y cómo ha ocultado información”, añade.